Quiso acudir al programa: la verdad de su vida. Acompañada con su familia allegada, ilusionda, pensaba que su verdad no era maligna. El goteo de las preguntas empezó con ilusión, y cada vez que avanzaba comprobó que su verdad dañaba, pero su ambición le hizo continuar hasta el final.
La vuelta a su hogar, descubrió que ya no tenía lo que mas apreciaba, el cariño de los demás.
4 comentarios:
Pues sí. Parece mentira que no se den cuenta.
Un beso. Cuánto tiempo.
Qué no se hace por dinero.... y de qué no te arrepientes cuando ya lo tienes y ves que te falta el resto.
Feliz navidad
Un abrazo muy grande
vivía en un engaño y hacía que su familia viviese engañada... hay algo peor que la mentira??
Me encanto tu blog? felicidades.
Un besin
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