Maldita caridad.
Analizó el balance, estudió la cuenta de pérdidas y ganancias, quitó unos ingresos de allí y puso unos gastos por aquí. Satisfecho, concluyó que este año produciría una reducción del 10% en la cuenta de resultados y por ende en los impuestos. Después exculpó su culpa, con un donativo, que dedujo también de sus impuestos.
1 comentario:
Lo que somos capaces de hacer por sentirnos un poco mejor con nosotros mismos.
Un abrazo, Ex-compi.
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