domingo, 28 de agosto de 2011

Maldita caridad.

Analizó el balance, estudió la cuenta de pérdidas y ganancias, quitó unos ingresos de allí y puso unos gastos por aquí. Satisfecho, concluyó que este año produciría una reducción del 10% en la cuenta de resultados y por ende en los impuestos. Después exculpó su culpa, con un donativo, que dedujo también de sus impuestos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que somos capaces de hacer por sentirnos un poco mejor con nosotros mismos.
Un abrazo, Ex-compi.