lunes, 21 de septiembre de 2009

La maldad

De naturaleza sana, siempre con la sinceridad en la cara, era presa de su bondad. Ahora uno de su misma sangre, con cuentos y embustes, mentiras y juego, le ha envuelto en una espiral que quizás no llegue a buen final. Y sabedora del engaño, sigue jugando al juego que otros sin corazón, o con corazón insano, le esta llevando al precipicio que él otro ya tiene ganado.

¿Por qué es tan fácil marañear la vida de las buenas gentes hasta convertirlas en un verdadero infierno?.

1 comentario:

Como te lo digo dijo...

Se me ocurren demasiadas respuestas para esta pregunta, pero te voy a dar una de calle: porque los buenos se fían del resto y estos, en cuanto ven un hueco te toman el brazo y te enredan.
Afortunadamente la gente suele aprender y no se repite, aunque con eso de que somos el animal que tropieza dos veces en la misma piedra...

En fin. La vida es larga y dura. Los malos podrían dedicarse a tocarse la vida...