lunes, 1 de junio de 2009

La terraza de un bar

Las primeras horas de la mañana en verano, son las mas gratas, el frescor con el que te recibe el día, pasa largo del día ahogarte con ese calor que hace del día pura pereza.

Aunque la mañana no tenía para él nada especial, sin embargo fue decisivo para los demás días del verano que había entrado sin llamar y sin esperar el turno pertinente estacional.
Había conocido la terraza del bar, que le proporcionaba la tranquilidad de poder tomar un pequeño desayuno siempre estimulante, la brisa y el bullicio de la gente pasando por los alrededores.

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