Todavía hay lugares donde el foraneo es mirado desde detrás de la persina y no se siente espiado.
Donde se puede respirar aire sin concentración de dioxido de carbono.
Donde el ruido que puede escuchar es el del agua correr por un arroyo.
Donde el cielo te puede mostrar su tesoro con su manto lleno de puntos blancos.
2 comentarios:
No quedan muchos lugares así. Que pena.
Un abrazo campestre... ajaja ;)
Todavía los hay, si... De todos nosotros depende que perduren para el futuro. Salu2
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