sábado, 30 de enero de 2010

Él y ella.

Él, alto y delgado. 
Ella, guapa y delgada. 
Ambos se casaron, él enamorado de ella y ella de él.
Él empezó a engordar y perder su mas preciado bien, su pelo.
Ella empezó a cuidar su mas preciado bien, su piel.
Él se quito de fumar, como siempre, por navidad.
Ella quiso cambiar la decoración de su casa, no mas.
Él empezó a mirar a otras mujeres, sin maldad.
Ella a ver sus series preferidas, sobre todo los viernes.
Él, cambió a ella por la otra.
Ella lo supo y quedó muerta.
Él, con la otra, dejo kilos y rapó pelo.
Ella, lo acogió después de la otra.
Y él volvió a sus kilos de mas y a fumar por navidad.

6 comentarios:

Erne dijo...

Me parece la historia de dos gilipollas.

El que sean muchos no quiere decir que sean menos estúpidos los dos.

delgaducho dijo...

Ains...como hombre cuesta decir esto pero joder, somos estúpidos y tambien somos incapaces de evitarlo...

Verónica dijo...

Y simplemente son ellos, los que no pueden vivir el uno sin el otro, no???

besotes de esta peke.

pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...

delgaducho dijo...

Ains, de nuevo me subyugas con tus comentarios....MIL GRACIAS!!!

MTeresa dijo...

Ay chica
¡qué graciosa!
paso eso ¿verdad?
a los cuarentones les gusta
cambiar pero luego
no pueden seguir el ritmo
jajaja
no da risa,
la verdad,
más bien pena,
sucede a menudo.
Un abrazo
y mucha ternura
-creo que la necesitabas-

txusman dijo...

por eso me casé con la gordita pequeña... para ahorrarme un trabajo....
de verdad que somos así... incompresibles...

saludos.