El muro le impedía acercarse al consuelo que aquellas lágrimas solicitas pedían. Y presta, abrió la puerta, camino con pasos acelerados por el pasillo, y entró en la habitación que ahora estaba silenciosa y miró la cara, ahora serena, cuya única huella era dos pequeños ríos enegrecidos por el rimel.
- ¿Cómo estas?.
- Bien.
- ¿Llorás? ¿Por qué?.
- Nada, mi cuerpo necesitaba desalojar la tristeza que llevaba dentro.
- ¿Estar mejor?.
- Si, ahora me siento bien.
3 comentarios:
El llanto es un buen alivio de los pesares del día a día, aunque no solo. También se puede llorar cuando la felicidad nos desborda.
A little big kiss!
Pues si,
es bueno desfogar los sentimientos
que pueden agriarse
si se quedan dentro.
Palabras de esperanza
las tuyas, amiga
A veces necesitamos descargar nervios y tension y lo mejor es llorar.
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, siempre que quieras...
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