Ella le miro con ojos serenos:
- Dame un beso.
El le respondió:
- Encontrarás a alguien que te lo dé.
- Me queda poco tiempo de vida - dijo con su boca palidecida.
- Tú tienes 9 años y yo 30.
Siempre quise probar el sabor del otro en mis labios. Nunca he besado a nadie.
El se acercó, y su boca busco su frente, pero ella cruzo sus labios a los suyos y selló su deseo con un beso virginal.
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