domingo, 5 de abril de 2009

Sumisión en busca de amor

Aunque él no sabía, aunque él no entendía, siempre estaba junto a ellos. Él no sabía ni lo que quería ni lo que hacia, siempre eran ellos quienes les decía lo que había que hacer. Pero él los quería, no sabía muy bien por que, pero él siempre quería hacerles felices. Y su manera de mostrarle todo su amor era mover compasadamente su pequeño rabo como un péndulo cuyo único centro era el ser de los otros.

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